Arqueologia en la calle (Córdoba)

3/10/11 .- http://www.diariocordoba.com

DESIDERIO Vaquerizo
Catedrático de Arquoelogía


Esta tarde, a las siete y media, inauguramos en la Plaza de las Tendillas una (modesta) exposición de cuarenta paneles con los resultados de nuestras intervenciones arqueológicas más relevantes en la ciudad durante los últimos diez años, en el marco del convenio de colaboración entre el Grupo de Investigación que dirijo y la Gerencia Municipal de Urbanismo, activo por el momento y cuando menos hasta el final de 2011. Un proyecto que persigue exclusivamente hacer de Córdoba un referente internacional desde el punto de vista arqueológico, al tiempo que dar trabajo a sus jóvenes, invirtiendo desde el primer hasta el último céntimo de los fondos disponibles a contratos laborales, investigación, publicaciones y actividades de conservación y difusión. Por eso, tanto los nuevos responsables municipales como quienes lo integramos no escatimaremos esfuerzos para asegurar su continuidad. Parece que la nueva Corporación se muestra especialmente sensible a la necesidad de convertir el patrimonio arqueológico de Córdoba en seña de identidad, yacimiento de empleo y recurso de futuro, y, si realmente es así, contarán con nosotros sin condiciones. Otra cosa es que sea necesario reducir la inversión. La crisis manda, y es tiempo de apretarse el cinturón. Nada que objetar al respecto, por más que sus efectos sean demoledores desde el punto de vista humano. Aun así, no son momentos para dudar. Redoblaremos nuestro esfuerzo como siempre hemos hecho, desde la entrega, la imaginación, la generosidad y el compromiso, y saldremos a la calle a tratar de buscar nuevos apoyos, de aunar sinergias.

"Arqueología somos todos" nace de un convencimiento compartido: que los resultados últimos de la labor arqueológica deben volver a la sociedad para que pueda utilizarlos como activo cultural, en el sentido más amplio del término. Son muchas décadas lanzando mensajes contradictorios a la ciudadanía, que ha asistido, estupefacta, a la bendición institucional de barbaridades sin cuento, a pérdidas irreparables de todo tipo que hoy suponen un menoscabo irreparable de nuestro potencial de partida. Por mil y una razones poco edificantes que sería demasiado largo detallar, nadie se había parado nunca a explicar a la gente la problemática de Córdoba como yacimiento arqueológico de primera magnitud, sus cinco mil años de historia materializados en estratos superpuestos de hasta siete y ocho metros de potencia, la convivencia entre pasado y presente como algo no sólo posible, sino también necesario, en aras de una realidad única que podría hacernos diferentes y envidiados. Hay, pues, que paliar este vacío, porque solo cuando los cordobeses entiendan de qué estamos hablando, lo apoyarán, lo disfrutarán y lucharán por incorporarlo a su acervo familiar, personal y profesional. Si lo conseguimos, el resto será pan comido, porque las Administraciones no tendrán, entonces sí, más remedio que claudicar ante la evidencia y apoyar una actividad que para el resto del mundo es Cultura, con mayúsculas.

Córdoba lleva demasiado tiempo apostando por una idea de promoción de su cultura que prima el espectáculo sobre manifestaciones más profundas de la misma, como la historia o el patrimonio. Da la impresión de que antes o después tendremos todos que acabar como camareros o como artistas, cuando de hecho, con muy poco esfuerzo, el panorama podría ser bien distinto. No se trata de excluir, sino de sumar, pero por el momento resulta frustrante que se destinen cantidades enormes de dinero a otras iniciativas, mientras nuestro maltrecho legado languidece a punto del colapso.

Nosotros creemos que otra forma de entender la cultura en Córdoba es posible, que nuestros jóvenes pueden vivir de profesiones relacionadas con el estudio, la investigación y la difusión en sentido amplio del pasado, y "Arqueología somos todos" es una muestra de ello. La exposición que podrán visitar en Las Tendillas, acompañada de talleres infantiles y otras propuestas, representa solo el principio. Le seguirán dos más antes de que termine el año, y en 2012 una intensísima agenda centrada en dos vías de trabajo: arqueología y enseñanza (acabamos de poner en marcha un proyecto de colaboración sin precedentes con el Centro de Profesores de Córdoba, del que hablaré otro día), y la rentabilización del patrimonio. Para ello, además de actividades que se irán sucediendo mes a mes, dedicaremos octubre a un gran evento arqueológico que, si todo sale como deseamos, pondrá la ciudad patas arriba. Hasta el momento contamos con muy pocos medios, limitados en esencia a los fondos esqueléticos de nuestro Grupo de Investigación y algunas subvenciones de carácter simbólico.

Pero tenemos lo más importante: el apoyo creciente de instituciones, empresarios, industriales, profesionales, asociaciones y ciudadanos de Córdoba. Créanme, entre todos conformaremos una marea humana que devolverá a la ciudad algo de la esperanza perdida.

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