La huella del pueblo en las piedras sagradas

2/7/11 .- http://www.laopiniondezamora.es

Los especialistas defienden la presencia de la cultura tradicional en el Románico

«La cultura popular añadida a lo largo de los años en las iglesias románicas debe de tenerse presente en las restauraciones e intervenciones porque forman parte del edificio», defendió ayer el experto del proyecto cultural Soria Románica, Josemi Lorenzo Arribas, en el curso de verano «Religiosidad popular, mentalidades y creencias: de la Edad Media al siglo XXI», que tiene lugar desde ayer en el Museo Etnográfico y al que asistente una treintena de personas.


El historiador, en su charla titulada «la religiosidad popular, Románico y restauración», indicó que la imagen de las iglesias románicas «suele estar muy intervenida y estéticamente se ha impuesto el querer sacar la piedra y quitarle los revocos», lo que supone «una lucha por conservar toda esta documentación que se nos ofrece».


Además, desgranó una serie de problemas que se producen habitualmente en las mejoras. «Nos enfrentamos a qué hacer con las inscripciones y los granitos pastoriles que nos ofrecen información, aunque no pertenezca al arte con mayúsculas». «Forman parte de la antropología y se trata de un testimonio de un pueblo presente en los muros de una iglesia». También disertó sobre cómo abordar las costumbres que «se daban en el siglo XI y XII y que han continuado hasta el tiempo actual como es el tallado de cruces, que se daban en las iglesias y luego pasaron a las viviendas como elementos de protección». Con el respeto a los pavimentos de las iglesias aseguró que «no debemos sustituirlos por unas baldosas cuando tenemos esos entarimados tan bellos».


El experto también aludió a la pérdida de la sonoridad. «Antes era buena y se ha perdido porque se eliminan los encalados», mientras que sobre la iluminación en los interiores precisó: «Hace unos años era poca con respecto a nuestro gusto, frente a la manía actual de dar luz por igual eliminando los detalles». Reflexión sobre el románico repintado «generalmente presente en las iglesias rurales donde la gente a veces ha decorado los capiteles, lo que supone una reelaboración, puesto que en el Románico la pintura interior estaba policromada con colores estallantes, vivos frente a los colores neutros que dominan ahora».


Por su parte, el experto Santiago Manzarbeitia Valle, de la Universidad Complutense, habló sobre «Religiosidad popular y pintura mural medieval» en un conjunto de diez iglesias de la zona del Alto Campoo, donde «aparecen representaciones murales del siglo XV como muestra de una religiosidad popular». «Se pintaron entre 1480 y 1495 y se cree que había un taller ambulante que respondería a la tendencia de esa época de ordenar la vida espiritual», detalló.


La imagen del más allá en el marco del Juicio Final la analizó el experto Paulino Rodríguez Barral quien efectuó un amplio recorrido por retablos y portadas. Una mención especial realizó sobre la portada de La Majestad de la Colegiata de Toro, de la que alabó el «interés iconográfico», dado que recoge «los temas señeros del Gótico como el Juicio Final y representaciones marianas». El historiador ensalzó el valor de la arquivolta final externa que «está dedicada al Juicio Final y en la que aparece por primera vez la imagen del Purgatorio en el arte medieval hispano y en toda Europa en una obra monumental». Además, María Antonia Herradón Figueroa, del Museo del Traje, aproximó a «la religiosidad popular y museo: Dos universos en conflicto».


La jornada concluyó con una visita a la iglesia románica del Santo Sepulcro, los restos del Convento de San Francisco, actual sede de la Fundación Rei Afonso Henriques y a la iglesia de San Claudio de Olivares.


El curso de verano toca a su fin hoy con dos conferencias y la lectura de las conclusiones finales.

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