Las obras dejan entrever el pasado de Guadalajara en el subsuelo

15/3/11 .- http://eldiadigital.es

Las calles Miguel Fluiters y Cervantes sacan a la luz pedazos de la historia. De las Heras cree que los restos encontrados no serán impedimento para seguir las obras


Las obras de preparación de nuevas edificaciones que se están llevando a cabo en diferentes calles del centro de la ciudad están sacando a la luz pedazos de la historia de Guadalajara, construcciones a menudo cotidianas pero que, en una ciudad en la que el patrimonio histórico ha ido desapareciendo por diversas circunstancias, resultan, cuando menos, curiosas.

El último ejemplo que ha salido a la luz se encuentra en la esquina de las calles Miguel de Cervantes y Luis de Lucena, un solar que, tras su demolición, ha dejado paso a unas escaleras y la entrada a lo que parece una bodega. El concejal de Urbanismo y Patrimonio, Juan Antonio de las Heras, explica que, como suele ser habitual, “la Junta de Comunidades, como Administración competente, requerirá al propietario o a la empresa constructora que se haga un estudio y un seguimiento arqueológico”. Sin embargo, el edil destaca, con la experiencia de los últimos proyectos acometidos en el centro de la ciudad, que estos hallazgos no serán impedimiento para que las obras puedan continuar. “Se examinarán los restos y se datarán pero, a no ser que se encuentree la espada del Cid, no creo que la Comisión obligue a detenerlas”, ha explicado el edil.

Ésa es la misma situación en la que se encuentra la construcción del edificio que se planea en el cruce entre las calles Miguel Fluiters y Doctor Benito Hernando. De las Heras ha recordado que “las obras están paradas y la mercantil estará realizando el estudio arqueológico de los restos”, aunque destacó que, como viene ocurriendo en los diferentes proyectos que se han iniciado en los últimos, “estos hallazgos son habituales en todo el centro de la ciudad”.

Cambio de concepción
Hasta que se inició la demolición de viejos edificios y construcción de nuevos inmuebles en el centro, poco era lo que se sabía a ciencia cierta de la traza de la ciudad medieval y de la ubicación de los distintos edificios ya desaparecidos. Así, las catas arqueológicas que se realizaron antes de iniciar las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor desbarataron algunas de las teorías, que decían que la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, que ejercía en el medievo como concejo de la ciudad, se encontraba en este emplazamiento. De este modo, hubo que ‘trasladar’ unos metros al noreste el plano trazado por los expertos en patrimonio, ya que los restos encontrados procedían de viviendas particulares y de sus bodegas.

Integración en el entorno
En algunas ocasiones, los restos encontrados pueden ser integrados en el entorno, constituyendo un ejemplo de la arquitectura y el modo de vida de los guadalajareños de hace siglos. Ése es el caso del antiguo horno del convento del Carmen de la ciudad, situado junto a los viejos muros de la ciudad medieval, en la huerta del mismo. Actualmente, los restos que aún quedan de esta infraestructura tan añeja pueden visitarse sin más complicación que acercarse al nuevo parque Huerta del Carmen, abierto al público el pasado jueves.

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