La Xunta impone un control arqueológico a la futura urbanización junto al parque de Oza

14/2/11 .- http://www.laopinioncoruna.es

Los promotores prevén construir 1.166 viviendas repartidas en siete bloques de edificios E Patrimonio realizará prospecciones en la parcela, de 64.000 metros cuadrados, para comprobar si existen yacimientos

El parque de Oza está lleno de restos arqueológicos. Justo al lado, entre la ronda de Outeiro y las inmediaciones del colegio Fernández Latorre, se prevé construir una macrourbanización de 1.166 viviendas. La Xunta ha dictaminado que no es preciso elaborar un estudio sobre el posible impacto ambiental del proyecto, pero sí que será imprescindible controlar el subsuelo de la parcela para saber si existen más yacimientos. La ejecución del polígono residencial también permitirá concluir la red viaria del barrio de O Castrillón, con la prolongación de las calles Montes, Antonio Ríos y Villa de Ordes y de las avenidas de los Caídos y Casanova de Eirís.

La Xunta da el visto bueno a la macrourbanización que se proyecta junto al parque de Oza, donde los promotores prevén construir 1.166 viviendas, pero con una condición: un control arqueológico de los terrenos -la parcela alcanza los 64.000 metros cuadrados- por parte de los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura. Según el estudio de detalle presentado por los promotores y que ya fue aprobado por el Gobierno municipal, el nuevo polígono residencial de O Castrillón estará formado por siete bloques de edificios, repartidos entre las calles Montes -a escasos metros de la ronda de Outeiro-, Antonio Ríos y Villa de Ordes y las avenidas de los Caídos y de Casanova de Eirís, que cruzará en diagonal el futuro complejo.

La Consellería de Medio Ambiente dictaminó que no era preciso someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental. Sin embargo, a instancias de la Consellería de Cultura, ordenó que se redacte un estudio en el que se comprobará si la urbanización afecta al patrimonio o posibles yacimientos que aparezcan en el terreno, ubicado justo al lado del parque de Oza, una zona donde ya han aparecido importantes vestigios arqueológicos.

El informe deberá ser exhaustivo. Será necesario consultar los catálogos de las figuras de planeamiento que se encuentran en vigor en el área afectada y los archivos del departamento de Patrimonio, cuyos técnicos también se encargarán de realizar todas las prospecciones arqueológicas y de identificar y localizar los bienes recogidos en dichos catálogos y otros de carácter etnográfico que sean "susceptibles de protección por configurar el paisaje gallego y caracterizar culturalmente el territorio".

La Xunta también establece que, "en la medida de lo posible", se conserven los árboles de "carácter singular" de la zona, además de "minimizar la contaminación lumínica", adaptar las aceras para personas con movilidad reducida e instalar contenedores para una "adecuada" separación de la basura.

El estudio de detalle en el que la promotora concretó los aprovechamientos urbanísticos y estableció las condiciones estéticas -un documento que ya fue aprobado de manera inicial, en diciembre de 2007, en Junta de Gobierno Local- destaca que el futuro complejo residencial contará con un total de siete bloques de edificios, alrededor de 1.166 viviendas.

El bloque más pequeño, que ocupará una superficie de 432 metros cuadrados y será de seis alturas, quedará adosado al número 30 de la calle Montes. Se construirá un segundo edificio de seis plantas, mientras que habrá cuatro bloques de ocho alturas y un séptimo de nueve que se levantará en el futuro cruce que formarán, una vez terminada la obra, las avenidas de los Caídos y de Casanova de Eirís.

Prolongar la red viaria

Según la ficha del plan general, la urbanización del parque de Oza alcanza los 64.004 metros cuadrados y un aprovechamiento lucrativo de 132.711. Habrá 8.229 metros cuadrados dedicados a espacios verdes. La construcción del polígono también servirá para ampliar el viario de O Castrillón, ya que se prolongarán las calles Montes, Antonio Ríos y Villa de Ordes y las avenidas de los Caídos y Casanova de Eirís. Además, permitirá unir la nueva zona a urbanizar con el resto de edificaciones existentes y con la ronda de Outeiro.

La necesidad de prolongar las vías para acceder a los futuros inmuebles ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para los técnicos. "La ejecución de la avenida de Casanova de Eirís en su último tramo, el que discurre entre la calle Montes y la calle Antonio Ríos, se presenta como de muy difícil realización si se quiere mantener su carácter de vial rodado, y ello porque la diferencia de nivel existente entre ambas calles es de 18,80 metros, lo que significa una pendiente para este tramo de aproximadamente el 29%", advirtieron los promotores en su estudio de detalle.

Los técnicos optaron al final por proyectar un paso peatonal en este tramo, que afecta sobre todo al acceso de tres de los bloques de edificios. El informe de la Consellería de Medio Ambiente concreta que para sortear la fuerte pendiente -que la Xunta fija en un 22%- se decidió que en este tramo se habiliten escaleras y rampas para el paso de los vecinos.

El departamento de Agustín Hernández también advierte de que para conectar las vías ya existentes en O Castrillón con las nuevas y de que para salvar las pendientes será necesario realizar "movimientos de tierra de cierta entidad".

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