Marbella estudia posibles excavaciones en el castillo tras conocer su raíz preislámica

5/4/16 .- http://www.diariosur.es/

El Ayuntamiento de Marbella estudia posibles excavaciones en el castillo tras conocer su raíz preislámica

La prospección arqueológica abre la posibilidad de reescribir los orígenes de Marbella y situarlos con anterioridad a la etapa musulmana


El castillo de Marbella podría someterse de nuevo a excavaciones arqueológicas en busca de restos romanos. El reto no es baladí: se abre la posibilidad de reescribir los orígenes de la ciudad y situarlos con anterioridad a época musulmana. El Ayuntamiento de Marbella baraja esta alternativa junto a otras, a raíz de la novedosa investigación realizada por dos empresas especializadas, que sitúan el momento de construcción de la fortaleza más allá de época musulmana. Las primeras conclusiones de la investigación, que se centró en el estudio de los paramentos, fueron dadas a conocer por este periódico hace un mes.

Gracias a intervenciones recientes se sabía de la existencia de un asentamiento romano en el sitio, pero hasta ahora no se podía asegurar que la planta del castillo como tal, es decir, como construcción con personalidad propia, fuese preislámica. Y es que el panorama ha cambiado tras el estudio efectuado por las empresas ARQUEOSUR Estudio de Arqueología, S.L., y YAMUR, S.L., que por encargo del Ayuntamiento de Marbella pusieron a trabajar a un equipo multidisciplinar, integrado por arqueólogos, arquitectos, topógrafos e historiadores con la misión de despejar incógnitas sobre los orígenes y la evolución de la fortaleza.

Los especialistas tenían que identificar y datar cronológicamente los diferentes sistemas constructivos del perímetro amurallado. Resultado: el equipo ha rastreado la existencia de fábricas o sistemas constructivos propios de momentos preislámicos al menos en tres de los lados de la fortaleza, incluyendo algunas torres.

El análisis de los datos recogidos durante cuatro meses continúa y las conclusiones finales todavía tienen que remitirse al Ayuntamiento de Marbella y a la Junta de Andalucía. A partir de ahí se planificará la hoja de ruta a seguir, pero desde ya el Ayuntamiento no descarta ninguna línea de trabajo, ni siquiera las prospecciones arqueológicas que tendría que autorizar la administración regional.

«Todavía queda mucho por estudiar y vamos a realizar todos los estudios que sean oportunos para fechar de forma exacta las murallas y el entorno. Los resultados de este último estudio son bastante interesantes como para plantearnos todas las vías posibles, nuevos análisis (de mortero) e incluso la excavación», subraya a SUR la responsable de Cultura del Ayuntamiento, Gema Midón, que tiene una reunión pendiente con los autores del estudio para conocer de primera mano los detalles de la investigación y en base a ello programar las actuaciones. «Si las excavaciones son necesarias se harán y se plantearán si es posible, en función al presupuesto de este año y si no, se planificarían para el próximo ejercicio», resuelve la responsable.

Midón, arqueóloga de profesión, pone de relieve la importancia del estudio que entre otras cosas no solo constata el origen preislámico de la planta, sino que también sugiere en base a los sistemas constructivos detectados que el edificio estuvo en uso cinco siglos antes de lo que se le atribuye, esto es, al menos desde el siglo V al X. El Ayuntamiento de Marbella está planificando una conferencia para que la ciudadanía conozca de voz de los autores la importancia del estudio llevado a cabo.

Excavaciones anteriores

Desde la Delegación Municipal de Cultura apuntan que este último estudio efectuado sobre los paramentos y la documentación existente sobre el edificio complementan el sentido de las excavaciones realizadas en años anteriores en el interior del castillo en busca de restos romanos. Tareas que, sin embargo, no arrojaron los resultados esperados. Las fuentes apuntan que en el interior de la fortaleza lo que se podía excavar está prácticamente excavado, por lo que habría que estudiar detenidamente las zonas donde realizar estas nuevas prospecciones arqueológicas si finalmente se decide apostar por esta vía. Teniendo en cuenta, además, la dificultad que supondrían unas excavaciones extramuros al situarse el monumento en un entorno totalmente urbanizado.

Hasta hace apenas tres años todos los trabajos que había en relación al castillo de Marbella bebían de documentación antigua que aporta datos muy básicos. A partir de ahí, historiadores locales han efectuado sus hipótesis sobre el origen de la fortaleza y no es hasta 2012 cuando el Gobierno municipal promueve los primeros estudios científicos con unas excavaciones que tuvieron continuidad en 2013. Con estos trabajos arqueológicos se documentó la existencia de una serie de estructuras de origen romano dentro de la fortaleza, una pista que no constata ni mucho menos el origen romano de la fortaleza, aunque planteaban una duda evidente, que ahora se quiere despejar.

Varios siglos antes

Tras aparcarse las excavaciones en el interior del monumento, el Ayuntamiento apostó por el estudio de la documentación gráfica y de paramentos que refuerzan las teorías de un posible origen romano. El coordinador de la investigación, Pedro J. Sánchez Bandera, explicó a SUR que el equipo falló en el primer intento por ponerle fecha a la construcción. Los especialistas pretendían conocer ese dato sometiendo un nódulo de mortero a pruebas de radiocarbono. Mediante esta técnica puede datarse el momento en el que se produce el fraguado de la cal y por tanto, el momento de la construcción, pero al parecer la muestra no reunía la calidad suficiente. De todas formas, al margen de los análisis de laboratorio, diversas voces reclaman prospecciones arqueológicas que confirmen el origen romano de la fortaleza y, por ende, del casco antiguo de Marbella.

Especialistas ajenos a este estudio consultados por SUR consideran que se abre una puerta novedosa para la Historia de Marbella. El profesor Suárez Padilla, colaborador del Instituto Arqueológico Alemán, indica que el siguiente paso es afinar el periodo de construcción de la fortaleza que, según sus propias hipótesis, podría remontarse a época romana-republicana. El docente de la UMA afirma que de constatarse esta teoría sería sugerente para la ciudad porque remontaría el núcleo de la población varios siglos. Ahora bien, advierte de que para elevar esta última teoría a nivel de hallazgo histórico no es suficiente con el estudio de los aparejos, sino que es necesario excavar para hallar objetos asociados a indicios de ocupación del sitio, no materiales sueltos, sino una secuencia estratigráfica que llaman los arqueólogos, donde existan evidencias de ocupación vinculadas a la fortaleza.

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