El románico de Cuenca

7/2/10 .- http://www.lanzadigital.com

Diego Peris Sánchez, arquitecto

Con la definitiva derrota almohade en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), la repoblación de Cuenca se estabilizó. Por ello los edificios construidos en esta época, considerados como románicos, son de características rurales asociados a los municipios, de cronología muy tardía e influida estéticamente por las órdenes militares y el Císter.

El románico en Cuenca tiene una intensa relación con la arquitectura románica del sur de Guadalajara, en la Alcarria meridional, especialmente en las comarcas de Sacedón. El mismo taller trabajó en lo que hoy son diferentes provincias si comparamos la estructura de las portadas y la decoración de capiteles. La presencia de los centros monacales de Guadalajara ejerció su influencia sobre los territorios próximos, hoy en día considerados pertenecientes a Cuenca.

Geográficamente, el arte románico en Cuenca se encuentra diseminado principalmente por el norte de la provincia (Albalate de Nogueras, Valdeolivas) aunque hay restos en el centro y sur de la provincia como en Arcas y Alarcón, constituyendo algunos de los restos románicos más meridionales de España.

El románico de Cuenca agrupa obras de gran sencillez y austeridad que ocupan el territorio de la provincia en un eje que partiendo de Cuenca capital llega al monasterio de Monsalud con dos áreas diferenciadas, la que llega de Cuenca hasta La Frontera y la que se sitúa en la proximidad del Monasterio. El segundo eje es el que va desde Cuenca hasta Alarcón con una dirección prácticamente norte-sur con Arcas, Mohorte, Villar del Saz de Arcas, Fuentes, Valeria, Valera de Abajo, Hontecillas, Buenache de Alarcón, El Cañavate y las iglesias de Alarcón, centro también significativo de ordenación del territorio. Desde Cuenca y en dirección sureste se organiza otro conjunto de iglesias en la zona comprendida entre las actuales carreteras de Cuenca a Tarancón y de Cuenca a la Almarcha. En esta zona se sitúan Abia de la Obispalia, Barbalimpia, Villanueva de los Escuderos, Villarejo Seco, Villarejo de Periesteban, Zafra de Záncara, Mota de Altarejos y Poveda de la Obispalia.

Son obras de una gran austeridad realizadas con medios sencillos, y con pocas posibilidades de desarrollo arquitectónico y decorativo. Hay sin embargo, edificios de interés como Valdeolivas, Albalate de las Nogueras, Cervera del LLano, Ribatajada, Arcas, Valeria, Alcocer y Huete. Arcas es un modelo singular de iglesia con una espadaña idenpendiente perpendicular al edificio que define así un espacio urbano entorno a la propia iglesia.

Son edificios con una cierta unidad constructiva. Se trata, en general de iglesias de una sola nave, con cabecera cuadrada o semicircular, espadaña a los pies y portada de ingreso en su fachada sur. La cabecera suele ser un elemento independiente del resto de la iglesia, separándose de ella en su interior por un arco triunfal de medio punto. La nave de planta rectangular con forma irregular en muchos casos tiene cubierta a dos aguas con teja cerámica y estructura de madera que se conserva aún en diferentes templos de la provincia. El vuelo de los aleros, de dimensiones reducidas se resuelve constructivamente con una o varias roscas realizadas con teja vuelta. La espadaña es un elemento singular de cada iglesia, aunque habitualmente se sitúa en el muro de poniente, y tiene remate triangular con dos huecos para la colocación de las campanas. La puerta principal de acceso al templo, como único acceso, dadas las dimensiones de los templos, se sitúa en la fachada sur con el uso de arcos de medio punto apuntados, variando la elaboración de los mismos y su decoración como elemento distintivo y cualificador de cada una de las iglesias.

La construcción se realiza con mampostería y sillares que en muchos casos son sencillos sillarejos, con sillares utilizados exclusivamente en los remates de las esquinas. No obstante, la arquitectura, desarrollada por artífices locales no suele incorporar nada de las innovaciones del arte cisterciense, se limita al uso de las formas clásicas y en sus planteamientos más básicos. En el románico de Cuenca hay una excelente colección de pilas bautismales románicas y de tradición medieval. Algunas son sencillas y se decoran con los clásicos gajos y otras tienen una decoración más rica. El románico de Cuenca está integrado por una serie de edificios que pueden considerarse de los más meridionales de España y demuestra que el románico tardío se siguió desarrollando en buena parte de la España rural durante los siglos XIII e incluso XIV.

Las medidas en el mundo romano se rigen por el uso del pie capitolino que si bien no es idéntico en todos los lugares está siempre muy próximo a 29,57 cms. Desaparecido el poder de Roma, se va a perder también la referencia de su medida y poco a poco va cobrando protagonismo la vara como unidad. La vara tiene una dimensión cómoda para el uso de comerciantes y maestros, intermedia entre el pie y el estado, vale tres pies y es igual a medio estado. El primer intento de homologación de medidas, del que tengamos noticias en nuestro país, se remonta a 1261, en tiempos del Rey Sabio cuando, con una serie de cartas dirigidas a los ayuntamientos de algunas ciudades importantes, se intentó paliar la disparidad existente en los territorios de Castilla” Se remite a los ayuntamientos una vara la llamada vara vieja de Toledo de aproximadamente 0,9 m que coincide aproximadamente con la yarda anglosajona. Esta vara coincide aproximadamente con la empleada en la catedral de Ávila, la capitolina para el pie de 29 centímetros.

El románico de Cuenca tiene iglesias con una tipología similar y gran unidad en sus medidas que indica un mismo tiempo de construcción, maestros similares y referencias y modelos uniformes. Hace pocos meses, la Fundación Santa Maria la Real publicaba dos excelentes tomos sobre el Románico de Guadalajara. Ahora un nuevo volumen nos habla de un territorio menos conocido pero de gran interés. El volumen publicado hace pocas semanas nos habla del Románico de Cuenca con aportaciones atractivas y sugerentes. Una excelente guía para el viaje por la geografía conquense.

Cuenca, territorio de gran extensión en el que se presentan un conjunto de edificios que conservan huellas del momento inicial de su construcción. La historia no se desenvuelve solo en el tiempo, también en el espacio. Ya nuestra lengua no deja dudas de que espacio y tiempo se corresponden indisolublemente. Los sucesos “tienen lugar” en algún sitio. La historia tiene “escenarios”. Hablamos del lugar de los hechos. Cuenca es un espacio físico, un espacio geográfico en el que el románico se hace presente. Un territorio y una arquitectura en la que podemos leer el momento inicial de su implantación, un espacio en el que las medidas de los edificios, sus tipos y soluciones constructivas nos hablan de otros momentos

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