Avilés desentierra una joya del siglo XII

4/1/11 .- http://www.lavozdeasturias.es

La iglesia de los Franciscanos permaneció medio siglo emparedada por un edificio que fue residencia de los monjes

La iglesia de los padres Franciscanos ha sido, por fin, desenterrada. El pequeño templo, que permaneció más de medio siglo emparedado por un edificio construido a finales de los años cincuenta, luce de nuevo sus antiguos muros de piedra. El inmueble hecho como residencia para los religiosos de la congregación franciscana, cayó bajo la piqueta. Del atentado cometido en aquellos procelosos años dan fe hoy las estructuras del ábside del templo, rescatadas tras las labores de recuperación encargadas por el ayuntamiento.

Salvadas las fachadas Norte y Este, la estructura restaurada llama ahora la atención de los viandantes desde la plaza de Carlos Lobo, La Ferrería y Los Alfolíes, pero también resulta en parte visible desde El Muelle y La Muralla.

La iglesia de los padres Franciscanos, es el edificio de Avilés con mayor antigüedad conservado hasta hoy. Destaca su portada principal, románica donde a pesar del desgaste de la piedra aún se puede observar algún capitel con representaciones alegóricas. El resto se lo ha llevado el tiempo. Construida entre finales del siglo XII y principios del XIII, su fachada original responde al estilo románico, según los expertos.

No obstante, para que la recuperación del templo sea completa, resta por rehabilitar su fachada principal, deteriorada por el tiempo y el salitre del mar, que estuvo en tiempos, próximo a la iglesia, cuando la villa permanecía amurallada para protegerse de los saqueos.

Asignatura pendiente El pórtico de la fachada principal que da acceso al templo, es una de las partes más deterioradas del majestuoso edificio de piedra, que espera ahora una segunda fase de recuperación por parte del ayuntamiento.

Esta es ahora la asignatura pendiente para este edificio consagrado a San Francisco, patrono de marineros y comerciantes, en una villa que tuvo que ver con las actividades portuarias y mercantiles de aquella época.

A mediados del siglo XVII, entre los años 1652 y 1662, el párroco de la iglesia pidió ayuda al ayuntamiento para acometer la reparación del templo, que amenazaba ruina, según narra el actual párroco de San Nicolás de Bari, Ángel Garralda, erudito en estos temas.

Del primitivo inmueble queda solamente, en la actualidad, la fachada oeste, que acoge una sobresaliente portada románica, la principal, que fue restaurada parcialmente por Luis Menéndez Pidal y compuesta por tres arquivoltas de medio punto y guardapolvo, con recursos decorativos similares a los de otras manifestaciones románicas de Asturias.

Además, sobresalen los capiteles, en los que se recrea la escena de Adán y Eva en el paraíso, y hay representaciones geométricas y de animales. En el interior descansan los restos del gran marino Pedro Menéndez de Avilés, a la izquierda del altar mayor.

Uno de los usuarios habituales de esta iglesia era Carlos Arias Navarro, que llegó a ser presidetente de Gobierno tras el asesinato del almirante Carrero Blanco. Navarro, que tenía un piso en Los Gauzones de Salinas y veraneaba en dicha localidad, solía ir a diario a la misa que se ofrecía por las mañanas en este templo, incluso, después de la muerte de Franco siguió viniendo al mismo, seguido siempre por una guardia civil de paisano que lo acompañaba a todas partes como una sombra.

Ahora, el templo desenterrado, cobra una nueva vida, a la espera de las obras para recuperar su fachada principal.

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